El Presidente Távara anunció ayer que el JNE concentraría todos los asuntos pendientes (los más importantes se vinculan a las observaciones del Registro de Organizaciones Políticas a TpP) en una sola audiencia. El anuncio es importante porque muestra al JNE notando que el tiempo apremia, adaptando creativamente sus reglas e intentando unificar criterios que ahora resultan contradictorios y dispersos.
Ya no queda tiempo para la amnistía que propuse
hace algunos días. Pero aún queda tiempo para ensayar una opción semejante, que
aunque sea más limitada, ponga punto final a la polarización en que estamos
atrapados.
Si esta vez la mayoría del JNE estima necesario
permitir que Guzmán siga en carrera, debería sin embargo, imponerle el deber de
resolver las observaciones del ROP en el menor tiempo posible. Para que pueda hacerlo, el JNE tendría que ordenar
que el ROP se abra nuevamente entre la primera y la segunda vuelta (no hay
tiempo para hacerlo antes). Esta solución no tiene porqué extenderse ya para
resolver los problemas de las listas parlamentarias, porque las elecciones al
Congreso se cierran en primera vuelta. Además el asunto que nos está dividiendo
es la candidatura de Guzmán, no la organización de sus listas al parlamento.
En cualquier caso hay que evitar que Guzmán, si
pasa, enfrente la segunda vuelta desacatando la ley que su agrupación no supo
cumplir. Si permitimos que esos errores sean pasados simplemente por alto,
habremos hipotecado el futuro inmediato del sistema legal al capricho
disfrazado en “excepciones basadas en principios”. Nuestras preferencias
subjetivas no constituyen instituciones ni establecen derechos. Sólo la ley
puede hacerlo.
Publicado en Facebook el viernes 4 de marzo del 2016
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